El PIB per cápita es una buena
aproximación de los recursos económicos que generan y que obtienen los
habitantes de un país en promedio. En términos de PIB total, México ocupa el
lugar número 11 a nivel mundial, después de Francia e Italia, cuando se mide el
PIB per cápita, México ocupa el lugar 62 de 124 países.
Una variable que busca incorporar de
manera global diversos aspectos del desarrollo es el Índice de Desarrollo
Humano, el cual fue diseñado hace algunos años por la oficina del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo. El IDH incluye, además del PIB per
cápita, los niveles promedios de educación básica y la esperanza de vida
promedio de los países, con lo cual se busca conocer qué tantas oportunidades
tienen los países en tres dimensiones del desarrollo: la económica, la
educativa y la de salud.
El nivel de vida de México hoy en día haya
quedado tan rezagado respecto de estos países no hay que fijarse en lo que pasa
en un año en particular, sino en el crecimiento económico de largo plazo.
Quizás una de las variables que mejor
puede explicar el crecimiento económico de un país es el crecimiento de la
productividad. Fomentar el crecimiento de la productividad a través de mayor
capital físico, mayor capital humano, mejoras tecnológicas, más
infraestructura, menores precios de los insumos para la producción, mejor y más
infraestructura, un mejor mercado de capitales y teniendo mejores arreglos
institucionales es la vía para mejorar el crecimiento del país.
Las instituciones, afectan también la
productividad y el crecimiento. Otro factor que sin duda afecta la
productividad y las expectativas de inversión es la falta de un verdadero
Estado de Derecho. Un aspecto también fundamental del desarrollo es saber si
existen discrepancias grandes en el nivel de vida de sus habitantes. La
desigualdad en la asignación y generación de recursos inhibe la competencia
económica de las sociedades dejando a grupos importantes de la población sin la
posibilidad de competir realmente en el ámbito económico, tanto en el consumo
como en la producción. México se destaca, desafortunadamente, por ser uno de
los países más desiguales del mundo
El ingreso dependerá de tres factores
relacionados con los activos: la cantidad, la utilización y el precio.
A nivel estatal también se tiene una
marcada desigualdad, esto se explica por la distribución de población indígena
en el país y la infraestructura del país está naturalmente sesgada hacia el
centro y norte del país, especialmente la infraestructura de comunicaciones y
transportes.
Actualmente la medición oficial de la
pobreza en el país es realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social. La definición de pobreza considera las
condiciones de vida de la población a partir del bienestar económico y de los
derechos sociales. La ventaja de esta metodología, es que efectivamente la
pobreza que padecen las personas no sólo se refleja en el ingreso, sino también
en la falta de acceso a los derechos sociales. La dimensión del bienestar
económico incluye las necesidades asociadas a los bienes y servicios que puede
adquirir la población mediante el ingreso. La dimensión de los derechos
sociales se integra con base en las carencias de la población en el ejercicio
de sus derechos para el desarrollo social.
Dos factores en los que México no ha
tenido buenas cuentas en las últimas décadas, la desigualdad y el crecimiento,
sin duda hacen que la pobreza, uno de los problemas sociales y económicos más
graves e injustos, sea muy alta. El motor directo del crecimiento es la
inversión, tanto nacional (pública y privada) como internacional
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